Si queremos instalar en nuestro vehículo estos aditamentos hay que tener en cuenta un par de cosas, como por ejemplo:
1- La cantidad de pernos de las llantas y su separación: hay llantas de 4, 5 y 6 pernos y con diferentes separaciones entre ellas.
2- El aro a elegir: se puede comprar el aro original que trae el vehículo o aumentar, pero siempre teniendo cuidado que al aumentar mientras más grande sea el aro, se deben cambiar los neumáticos y estos deben ser de un perfil más bajo, ya que puede que no entren en los espacios del tapa barros.
Aparte hay que tener en cuenta que “neumático más grande con perfil bajo = mucho más caro”.
3- El desplazamiento de la llanta: esta es la distancia entre la superficie del disco de freno o tambor (donde se apoya y aperna la llanta), y el centro real de la llanta. Este desplazamiento puede ser positivo, negativo o cero, si se elige de manera equivocada con un desplazamiento demasiado negativo la llanta puede quedar salida de la carrocería, o con desplazamiento demasiado positivo podría topar dentro del tapa barro en todo momento o solo cuando se gira el volante hacia los lados.
Incluso con cero desplazamiento podría quedar mal según el diseño de la llanta. Mejor asegurarse y pedir asesoramiento a un especialista.
4- La velocidad y el peso que soporta la llanta: todas las llantas tienen un límite de velocidad que pueden aguantar y también el peso que pueden soportar antes de colapsar. Estos deberían ser igual o superiores a las llantas originales de acero.
Muchas llantas de dudosa procedencia no cuentan con esta información realmente importante y deben ser tomadas en cuenta a la hora de una elección.